Santa María Bernarda y sus escritos

María Bernarda tenia un temperamento vivaz y comunicativo. En la escuela primaria, disfrutó escribiendo ensayos sobre la belleza de las flores, los prados multicolores, el misterioso secreto de la naturaleza y hablando con la gente.

Como monja, en el monasterio de Maria Hilf, Suiza, mantuvo un diálogo fraterno, abierto, claro y confiado con las hermanas. Busqué consejo y también asesoré. Mantuvo una gran comunicación con el Obispo y con las autoridades de la Iglesia y de la localidad.

¿Como leer los escritos de MB?

Como fundadora de la Congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora, Madre Bernarda cultivó esta misma fuerza característica y comunicativa. Les dio a todos la confianza de poder contar con una persona atenta a las inspiraciones de Dios, fiel a la Iglesia y abierta a la realidad.

María Bernarda fue una gran comunicadora y mística. Es necesario destacar el valioso legado que nos dejó en sus escritos. Tenemos hoy: trece volúmenes con 2159 cartas, que ella dirigió a hermanas individuales, a alguna fraternidad oa la Congregación. También hay cuatro volúmenes con 401 temas de contenido doctrinal y 37 diarios con un muy fino sabor místico espiritual.

Esto es realmente impresionante, sin olvidar que, posiblemente, muchos otros escritos se perdieron en el camino por diferentes circunstancias, como el tiempo, las distancias, la precariedad de los medios de comunicación y transporte…

En esta fuente, registró su experiencia y las ideas que la animaron en su fe y misión. Son expresión de una profunda espiritualidad. A través de sus escritos cumplió la misión de líder y fundadora, dirigió su Congregación con responsabilidad y confianza y formó a las hermanas en la confianza en Dios, en la fidelidad al Espíritu, a la Iglesia, al Evangelio, atentas a la realidad misionera.

El contenido de sus escritos enfatiza la gratitud, la exhortación, la motivación, el aliento y el consuelo en las dificultades, orientá al conocimiento de uno mismo, a la fidelidad a la vocación y al fiel cumplimiento de la misión. María Bernarda también mantuvo comunicación con Jesús, Verbo encarnado del Padre, poniéndose en diálogo con Él, en profundos encuentros místicos, registrados en sus diarios.

El valor de la pluma y el tintero fue excelente. En sus manos se convirtieron en un medio de instrucción y formación. Consideraba la correspondencia como un deber sagrado y serio del cargo. Viajó muy poco, sin embargo, escribió innumerables cartas y notas a las hermanas.

Las hermanas aseguran de que las cartas de las superioras siempre correspondieran al estado de su ser. Respondió preguntas y resolvió dudas inexpresas que habitaban la mente y el corazón de cada persona. Cada letra despertaba satisfacción y alegría. Por lo tanto, fueron preservadas para ser revisitadas como un cariño especial de Dios. Madre Bernarda también insistió, de manera clara, en cómo usar la palabra: “Haz de tu lenguaje, tus palabras, instrumentos de bien, de alegre y saludable animación para las personas, ajustados a las circunstancias del momento”.

Ciertamente, la falta de comunicación golpeó a la Madre Bernarda cuando, durante la Primera Guerra Mundial, ya no pudo enviar cartas a las hermanas de la misión lejos de Colombia, a las de Europa y Brasil.

En el proceso de canonización, la Iglesia analizó sus escritos. Reconoció que son de gran contribución a la formación de la vida cristiana, la difusión del Evangelio y el anuncio del Reino de Dios. Los teólogos estaban asombrados por la riqueza de sus pensamientos y la coherencia de sus enseñanzas. No hay virtud ni medio de salvación que se olviden. Ella menciona y recomienda que se persiga con insistencia la humildad, la caridad, la misericordia, la fraternidad, la intimidad con Dios y la atención a los más necesitados. Los ideales aspirados brillaron en su testimonio de vida y en su palabra.

Que María Bernarda nos conceda algunas de sus habilidades comunicativas y profundidad espiritual. Todo esto lo hizo con la pluma y el tintero. ¿Qué no harías con los medios disponibles actualmente?

Lista de las cartas

Compendio – Cartas de Espiritualidad

Interiorización

Interiorización

Dios me conduce por el camino de la simplicidad para brindarles la semilla del bien. Al escribirles, mi móvil es el amor hacia ustedes.

Ambiente de Calma

Ambiente de Calma

Amadas hijas, el silencio es un arte y es una virtud; hay que aprender a hablar y a callar.

Clausura

Clausura

Una vida de apostolado misionero no puede compaginarse con la clausura papal. En su lugar guardaremos una clausura acomodada a nuestras condiciones actuales.

Virginidad Consagrada

Virginidad Consagrada

El estado sacerdotal y consagrado, son tierra santa; han sido admitidas a ella por misericordia de Dios.

Dama pobreza

Dama pobreza

Me siento satisfecha al saber que han recibido bien mis insinuaciones y que procuran ponerlas en práctica.

Virtudes Religiosas

Virtudes Religiosas

Mientras más pequeña una fraternidad, más patente se hace su espíritu. Si este no exalta por su bondad y autenticidad, no será propicio para acoger y promover la juventud religiosa.

Silêncio

Silêncio

Fomenten sobre todo el recogimiento interior. Esto lo podrán, si son almas abnegadas.

Silencio Divino

Silencio Divino

Enquanto os sumos sacerdotes e os anciões O acusavam, nada respondeu. Então lhe perguntou Pilatos: “Não ouves de quantas coisas te acusam”? Mas Jesus não respondeu uma palavra se quer, tanto que o governador ficou grandemente surpreendido.

Permanezcan en mi amor

Permanezcan en mi amor

Les deseo la inmensa gracia de adquirir el espíritu de unión e intimidad con Dios. Páguenle, amor con amor; sean almas consagradas totalmente; busquen siempre nuevas formas para experimentar a Dios en sus vidas y sírvanle siempre mejor.

Deserción

Deserción

El tiempo se aleja veloz y, por tanto, sería falla imperdonable despreocuparse de la eternidad. Hagan el bien mientras es de día. De cuántas riquezas les privan las torcidas tendencias y la cobardía en la práctica de la humildad, virtud altamente personalizante si la practican espontánea y generosamente.