Milagro para la Beatificación

El hecho aconteció em la ciudad de  Barranquilla, Colombia, el dia 02 de septiembre  de 1967. Se refiere a Liliana Sanchez Ríos a los 16 días de vida. La pequeña Liliana es la  sexta hija de Carlos Sanchez y Gladis Ríos de Sanchez, nacida  el 17 de agosto de 1967. Al día siguiente del  nacimiento, la niña presentó una  inflamación tumoral en la parte derecha del cráneo. Esa inflamación crecía diariamente y revelaba un cuadro preocupante.

La  familia tardó para buscar la ayuda debida por falta de recursos. La madre, preocupada con el hecho, el día primero de septiembre, llevó la niña a un  centro  médico ambulatorio. Allí trabajaba la hermana Filomena Martínez, religiosa de la Congregación de las hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora. La hermana quedó impresionada con el volumen del tumor, y encaminó la madre al médico  Luís de La Hoz, que también prestaba sus servicios en el  local. Este, a la vez, constató un tumor voluminoso y la ausencia del hueso superior  que cubría o cráneo. Viendo la gravedad del caso, no recetó ningún medicamento. Para consolar a la madre, solicitó una radiografía del cráneo que debía hacerse al día siguiente, mismo aunque lo consideraba inútil por ser un caso sin solución.

La hermana María Filomena Martínez, se solidarizó y animó a la madre de Liliana,  obsequiándole una reliquia de la entonces Sierva de Dios Madre Maria Bernarda Butler y la orientó para que la colocase sobre la cabecita de la niña. Le dió también, un ejemplar de la Novena de la Sierva de Dios, recomendándole que iniciara la oración. La hermana prometió acompañar la familia en su gran preocupación rezando la novena con esta intención. El médico había pronosticado que la niña podría  morir hasta el amanecer.

La madre, con inmensa fe, inició la oración de la novena en favor de la niña y la recitaba continuamente,  hasta las primeras horas del día, cuando, por el cansancio  se durmió. El padre, no creyente, la criticó por estar arrodillada rezando la noche entera Y se fue a dormir, desconectándose de la situación de la niña.

Al despertar, la madre fue atender la niña cuando percibió que el tumor había desaparecido. La niña estaba saludable. Para sorpresa de todos, se constató la recuperación de su estructura ósea de la  cabeza y la desaparición del  tumor. El hecho impresionó a toda família y se expandió entre los vecinos.

Gladis, la madre, corrió al centro médico buscando la hermana Filomena, a quien relató lo ocurrido. Juntas buscaron también al médico,  Dr. Luís,  que quedó  impresionado al  ver la niña. Fue una maravillosa cura realizada por la intercesión de la Beata María Bernarda.

El médico examinó minuciosamente a la niña y constató que:

– La  masa tumoral desapareció y el hueso adquirió la forma natural.

– Afirmó que se trataba de un milagro, por la ciencia no tenía explicación nin solución para el caso.

El 1974, dos médicos peritos examinaran detalladamente la niña y no encontraron en ella  nada de anormal desde el punto de vista anatómico, ni de salud.

Este acontecimiento fue reconocido como milagro de Dios por intercesión de la Madre María Bernarda Butler, y sirvió para su proceso de Beatificación.

Fuente: Sagrada Congregación para las Causas de los Santos. Informe y voto, pág. 17. Roma, 1974.