Trayectoria

Atentas a las señales de los tiempos, las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora se organizan para atender a la misión confiada por la Iglesia.

La salida del Convento de Altstätten rumo a Chone en el Ecuador, indicó el nacimiento de una comunidad independiente para Madre Bernarda y sus seis compañeras. A partir de Cartagena, Colombia, donde las hermanas se establecieron después del Ecuador, la Congregación se expandió. La acogida de Monseñor Eugenio Biffi significó apoyo y aprobación por parte de la Iglesia Diocesana.

La Congregación naciente observaba las Constituciones de María Hilf, aprobadas por Urbano VIII en 1625. Estas, a su vez, legislaban sobre la vida claustral y contemplativa. No había referencias a la vida apostólica y misionera. Entonces, se hizo necesaria la composición de nuevas constituciones considerando estas circunstancias, iluminándolas con fundamentos teológicos y eclesiales. En un primer momento, las nuevas constituciones fueran aprobadas “ad experimentum”, en 1912 por el Arzobispo de Cartagena, de Derecho Diocesano. Como consecuencia de este proceso, ocurrió el Primer Capítulo General de la Congregación, celebrado en 1914 en la Obra Pía, en Cartagena, evento en el cual Madre Bernarda fue elegida Superiora General.

Cambios promovidos por la Sede Apostólica y la reformulación de la Regla de la Tercera Orden Regular de San Francisco de Asís, reclamaron la revisión de esta legislación y sumisión a la nueva aprobación. Este proceso culminó en 1938, cuando el Papa Pio XI aprobó las Constituciones y reconoció la Congregación de Derecho Pontificio, o sea, en ámbito de toda Iglesia.

Tras la muerte de Madre Bernarda, el 19 de mayo de 1924, la Congregación siguió su ritmo de expansión en Brasil, en Europa y en Colombia. El proyecto misionero encontró horizonte abierto. Las hermanas se aventuraron descubriendo caminos para el futuro, sin temor. La historia registra el espíritu audaz con que las hermanas jóvenes, en su mayoría, superaron las dificultades en todo sentido: adaptación cultural, lingüística, climática…

En 1952, la Sagrada Congregación para la Vida Religiosa recomendó la organización de la Congregación en Provincias y la extinción del cargo de Comisaria, ejercido por las representantes de la Congregación en las regiones misioneras. El XII Capítulo General Ordinario de 1953, debatió el asunto. Más esto solamente sucedió once años después, con protocolo de autorización de la Santa Sede. El día 16 de mayo de 1964, el Gobierno General constituyó las Provincias: San José – Europa, Inmaculada Concepción – Brasil y San Francisco – Colombia. Diferencias culturales, jurídicas y legales  en la estructura de las circunscripciones llevaron a la erección de la Provincia Santa Clara – Brasil, en 1968 y de la Provincia María Auxiliadora – Colombia, en 1969.

En los años siguientes, la Congregación se vio urgida a la actualización y revitalización. Esto se debía a la propuesta del Concilio Vaticano II,  como también de la realización de las Conferencias de Medellín, Puebla y Santo Domingo, que  repercutieron en la América Latina. Así ocurrió una nueva redacción de las Constituciones. A partir de entonces, fueron elaborados otros documentos importantes, como Espírito y Misión de la Congregación, Documento General de Formación, y Pedagogía Misionera. Posteriormente se realizaron encuentros congregacionales para mayor integración de las hermanas y como espacio de reflexión sobre la vida y el apostolado.

En estos años, la Congregación continuó  expandiéndose. Amplió la presencia en Brasil, en Colombia y en Europa (Austria, Suiza, Alimania, Italia, Liechtenstein). En 1972 retornó al Ecuador. En 1978 ocurrió la primera fundación en Venezuela. En 1993 se realizó la primera fundación en Perú. En 1993, también alcanzo tierras africanas y, en 1994, se dio inicio a la misión en Kalaná – Mali. En 1997, se dio inicio a la misión en Bolivia. Se siguieron fundaciones en Chad – África y en Cuba.

En 2010, fue creada la Provincia Madre Bernarda en Ecuador. En secuencia, la Congregación hizo presencia en Chile, en Panamá y regresó a España.

A partir del 2016, atentas a las señales de los tiempos, a los nuevos paradigmas históricos, en fidelidad a las fuentes del carisma y el llamamiento de la Iglesia, la Congregación ha dado un paso más en la revisión de su vida y  misión. Buscamos un modelo organizacional que nos ayude a vivir nuestra vocación de consagradas y expresar las Obras de Misericordia en el contexto de hoy.

Del 9 al 20 de diciembre de 2018 se celebró el Capítulo General Extraordinario, que definió la reorganización de la Congregación en tres regiones misioneras. Este modelo de organización fue ratificado e implementado en el XIX Capítulo General Ordinario de la Congregación, realizado en septiembre de 2021 en Cartagena, Colombia, extinguiéndose el modelo de organización por provincias que había estado vigente hasta entonces.