Acompañamiento vocacional

La Vocación no nace pronta; es un proceso donde nos desarrollamos continuamente. Para su feliz realización es preciso entrar en una dinámica que de mayor claridad del camino a emprender. Por eso desde el despertar vocacional, es fundamental la realización de un proceso de discernimento personal. La respuesta al llamado de Dios madurez en la intimidad y en el amor. Así la decisiones podrán ser tomadas con libertad y confianza en cada fase de la vida y en el transcurrir de las etapas de formación.

En la Vida Religiosa Consagrada el dicernimiento comienza cuando la persona manifiesta su deseo. Ella es acompañada por una religiosa y hace el proceso de aproximación gradual a la comunidad religiosa.  Será invitada a participar de convivencias, encuentros y a frecuentar la fraternidad. Así conocerá su carisma y la comunidad podrá conocerla en sus dones, sueños, aspiraciones y motivaciones, a fin de integrarla. El proceso vocacional incluye la confrontación con otros estilos y modelos de respuesta a la vocación, presentes en la Iglesia.

El proceso de dicernimiento, tiene como objetivo facilitar la conformación entre la personalidad de la persona y el Carisma de la institución. Implica autoconocimiento, reflexión, oración dialogo y la convivencia. Recibe la orientación humana y espiritual. Los medios de crescimiento hacen posible el ingreso a las diferentes etapas formativas de la vida consagrada y la transición al compromiso definitivo.