Fundadora

La Congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora fue fundada día 19 de junio de 1888, en Chone, en el Ecuador, por Santa María Bernarda Bütler. Madre Bernarda nasció en Auw, Canton de Argau, en Suiza, en 28 de mayo de 1848. A los diecinueve años, ingresó en el Convento de las Hermanas Capuchinas de María Hilff (María Auxiliadora), en Altstätten. Se consagro a Dios por los Votos Religiosos, el día 04 de octubre de 1869. Se destacó por la simplicidad de vida, alegría, humildad, profunda espiritualidad, personalidad firme y esperanza inquebrantable. Contribuyó con la renovación del convento. Ejerció en él los servicios de ecónoma, maestra de novicias y superiora. En la vida contemplativa, alcanzó la gracia de la unión mística con Dios viviendo el carisma franciscano.

Después de conocer la realidad de las misiones latino-americanas, sintió el llamado para hacerse misionera en el Ecuador. Con ese objetivo, el día 19 de mayo de 1888, obteniendo el permiso de la Santa Sede, Madre Bernarda partió junto con seis hermanas dispuestas a abrazar ese servicio: Hermana María Cáritas Brader, Hermana María Isabel Huber, Hermana María Laurentia Suter, Hermana María Domínica Spirig, Hermana María Othmara Haltmeier, Novicia María Micaela Rhomberg.

Santa María Bernarda

El Obispo Monseñor Pedro Schumacher les indicó el pueblo de Chone como primer campo de misión. Allí, encuentran una realidad de falta de fe, personas sin instrucción, sufridas por la pobreza material y espiritual, maltratadas por la persecución religiosa, resentidas por las inundaciones del rio Chone e intemperies del tiempo. Las hermanas se dedicaron al cuidado de los enfermos, a la catequesis, a la educación. Rezaban con el pueblo, dando testimonio de vida cristiana y ejercían las Obras de Misericordia.

La distancia y las dificultades de comunicación llevan a la separación entre ellas y el Convento de María Hilf. Así surge la nueva Congregación: Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora.

En 1895, sete años después de la fundación de la pequeña Congregación, las hermanas se ven obligadas a dejar el país –  Ecuador – debido a una revolución civil marcada por la persecución religiosa, comandada por el general Eloy Alfaro. Embarcan, sin rumo, en un navío con dirección a Panamá. Ellas pidieron ayuda al Obispo Monseñor Eugenio Biffi, que las acoge en la Diócesis de Cartagena, en Colombia. 

Desde  Colombia, a partir de entonces se abrió un vasto campo de misión. La Congregación creció como árbol frondosa. Extendió sus ramas a otros lugares y países, dedicando mayor atención para las personas en realidad de pobreza. 

En 1920, Madre Bernarda dejó el cargo de Superiora General que fue asumido por la Hermana Francisca Holenstein. Madre Bernarda se dedica entonces, a  sus escritos y a la oración. Tras cuatro años, padeciendo enteritis aguda, falleció  el día 19 de mayo de 1924. Su muerte fue anunciada en la catedral de Cartagena: “Esta mañana murió en la ciudad una santa, la reverenda Madre María Bernarda”. Años después se inició el proceso canónico para el reconocimiento de algunos milagros a ella atribuidos. Fue beatificada el 29 de octubre de 1995, por San Juan Pablo II y canonizada por el Papa Benedicto XVI  el día 12 de octubre de 2008.