Encuentro de Hnas. Jubilarias 2022
“Las promesas de Dios, son para siempre”, por lo tanto: “Yo establezco mi alianza entre nosotros dos” (Génesis 17, 16) como punto de referencia para este encuentro de jubilarias en el que participamos 18 hermanas de las Regiones Misioneras “Santa María Bernarda” y “Santa Clara”, porque también hemos creído y respondido con gozo a la ALIANZA que Dios Padre de Amor, ha establecido con nosotras.
Orientan el encuentro las Hermanas Marianella Chadid Anachury, Edilma Inés Giraldo Salazar y Sandra Milena Avilés Marín, con el dinamismo, sencillez y alegría, propios de nuestro carisma. También nos acompañaron el Pbro. Luis Vivo y de manera virtual, Fray Darío José Mercado, OFM.
Iniciamos el 8 de septiembre a las 7:00 p.m. en la Sede Regional de La Región Misionera “Santa Clara, con un compartir de experiencias y sentires que nos pusieron en tónica para vivir plenamente el encuentro.
Con gozo y sintiéndonos AMADAS por el Señor, el día 9 de septiembre en la mañana abrazamos nuestra historia en fidelidad, con la metodología quechua quipu: El Secreto de los nudos Incas, dirigido por la Hna. Edilma Inés Giraldo Salazar. En la tarde, la Hna. Sandra Milena Avilés Marín, nos llevó a abrazar nuestra vulnerabilidad, nuestra propia historia.
El sábado 10 de septiembre, entramos en lo que es LA ALIANZA orientado por el Padre Luis Vivo, tomando como referente el Evangelio de Lc. 24,13-36 El camino de Emaús y en la tarde, Fray Darío José Mercado, nos adentra profundamente con la carta de San Francisco a un ministro (Crisis humanas en la Misión de San Francisco de Asís).
El domingo 11, concluimos con el encuentro generacional en el Noviciado Congregacional, el que nos llenó de alegría, revivimos nuestros primeros años de respuesta al llamado.
Con todo esto, se nos abrió como un abanico lleno de expectativas, de gozo, enriquecidas por nuestras experiencias de vida en el Señor, que nos llenó nuevamente de luz, deseos de seguir en búsqueda y encuentros profundos desde nuestro SER en constante conversión.
Conocimos, amamos y abrazamos nuestra vulnerabilidad, para hacernos más humanas y desde allí, sanar y transformar corazones, porque este abrazo, habla de la esencia de la humanidad y del corazón mismo de la transformación a la que estamos llamadas.
No es la edad la que cuenta…es la conexión de corazones… Es ir DESNUDOS… al encuentro del otro. Es ir Desnudo al encuentro de Dios como Francisco. Porque hemos sido llamadas en esta Alianza a ser el medio de unidad entre Dios y los hombres dando respuestas firmes en el AMOR.
Este encuentro nos marca nuevamente con el sello de la Alianza que seguirá siendo un total presente en nuestra historia de vida como una verdadera manifestación de la infinita misericordia y eterna fidelidad de Dios con nosotras. Eterna gratitud.