El 19 de marzo, durante las festividades en honor al santo patrono de la Iglesia, San José, la comunidad del Colegio Franciscano Palermo de San José vivió un momento especial: la inauguración del monumento a Cristo Renacido. Este símbolo se eleva siete metros de altura en el Cerro Escobero, con vista al Valle de Aburrá, en Envigado, región metropolitana de Medellín/CO. Allí se ubica la nueva sede del colegio como espacio para la misión educativa de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora. La sede fue trasladada luego de existir por 78 años en el barrio El Poblado, centro de Medellín/CO.

Inspirado en el Cristo de la Cruz de Velázquez, conservado en el Museo del Prado, el monumento del Cristo Renacido fue creado utilizando hierro retorcido recuperado de la demolición del antiguo edificio del colegio. El arte recuerda el sufrimiento de Cristo muerto en la cruz, así como la tarea de dar un nuevo significado al pasado y transformar los restos de materiales de demolición del antiguo edificio en simbolo y memoria. La obra fue realizada por el maestro Rodrigo Isaza y su alumno, Carlos Alberto Gómez (Kpeto) quienes transformaron el hierro en la figura de Jesús crucificado. La cruz que recibe a Cristo fue hecha de material nuevo. Y contrasta con el hierro oxidado que da forma al cuerpo de Jesús, recordándonos que la vida puede surgir de los escombros, tal como lo hizo Cristo en su resurrección. El hierro que moldea a Cristo fue testigo silencioso de un pasado glorioso del colegio y que renació en obra maestra después de tres meses de trabajo.

La bendición del monumento de Cristo Renacido en la festividad de San José, patrono de la Iglesia, de la familia y de la misma escuela, quiere resaltar la protección de San José sobre toda la comunidad educativa que se dedica a inculcar el modo franciscano de educar para la vida. San José protege nuestra misión como lo hizo paternalmente con el Salvador. Y el Cristo Renacido se erige como el eterno guardián de la nueva sede del colegio, un milagro del presente. Es un símbolo de fe, esperanza y memoria histórica.

La bendición del monumento tuvo lugar durante la Eucaristía presidida por el padre Luis Eduardo Gómez. Fue una experiencia vivida con emoción y profundo agradecimiento. La hermana Adela María Duque, rectora del colegio, expresó que el monumento y su significado manifiestan el poder de la fe y la unidad comunitaria. La comunidad educativa celebra así un don espiritual que seguirá iluminando su camino durante los próximos 80 años. Bajo la mirada de este Cristo Renacido, la comunidad del Colegio Franciscano Palermo de San Jose reafirma su fe y su compromiso con valores que trascienden generaciones y que seguirán construyendo un futuro lleno de esperanza, siempre bajo la inspiración del Espíritu Santo.