3er Domingo de Pascua

En ese tiempo,
1 Jesús se apareció de nuevo a sus discípulos, en las orillas del Mar de Tiberíades. La aparición fue así:
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús.
3 Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar.” Ellos han dicho: ‘Vamos contigo también.” Salieron y subieron a la barca, pero no pescaron nada esa noche.
4 Ya era de día, y Jesús estaba de pie en la orilla. Pero los discípulos no sabían que era Jesús.
5 Entonces Jesús dijo: “Jóvenes, ¿tenéis algo para comer?” Ellos respondieron: “No.”
6 Jesús les dijo: “Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis.” Así que echaron la red. y no pudieron sacarla, por la cantidad de pescado.
7 Entonces el discípulo a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: “¡Es el Señor!” Simón Pedro, oyendo que era el Señor, se puso su ropa, porque estaba desnudo, y se arrojó al mar.
8 Los otros discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces. De hecho, no estaban lejos de la tierra, pero sólo a unos cien metros de distancia.
9 Tan pronto como pusieron pie en tierra, Vieron brasas encendidas, un pescado encima y pan.
10 Jesús les dijo: “Trae algo del pescado que has pescado.”
11 Entonces subió Simón Pedro a la barca, y arrastró la red hasta la tierra. Estaba lleno de ciento cincuenta y tres peces grandes; y a pesar de tantos peces, la red no se rompió.
12 Jesús les dijo: “Ven y come.” Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntar quién era, porque sabían que era el Señor.
13 Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio. Y lo mismo hizo con el pescado.
14 Esta fue la tercera vez que Jesús, resucitado de entre los muertos, se apareció a los discípulos.
15 Después de haber comido, Jesús le preguntó a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que estos? Pedro respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús dijo: “Apacienta mis corderos.”
16 Y volvió a decir a Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Pedro dijo: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas.”
17 Por tercera vez le preguntó a Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Pedro estaba triste, porque Jesús le preguntó tres veces si lo amaba. Él respondió: “Señor, tú lo sabes todo; Sabes que te amo”. Jesús le dijo: “Apacienta mis ovejas.
18 De cierto, de cierto os digo: Cuando eras joven, Te ceñiste y fuiste a donde quisiste. Cuando seas viejo, Extenderás tus manos y otro te ceñirá y te llevará a donde no quieras ir.”
19 Jesús dijo esto: es decir, con qué muerte Pedro glorificaría a Dios. Y añadió: “Sígueme.”