1er Domingo de Cuaresma

1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto,
02 donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre.
03 El demonio le dijo entonces: «Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan».
04 Pero Jesús le respondió: «Dice la Escritura: “El hombre no vive solamente de pan”».
05 Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra
06 y le dijo: «Te daré todo este poder y esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero.
07 Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá
08 Pero Jesús le respondió: «Está escrito: “Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto”».
09 Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,
10 porque está escrito: “El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden”.
11 Y también: “Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”».
12 Pero Jesús le respondió: «Está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
13 Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno.