Pilares de la espiritualidad de ALMABER
Las personas que quieran unirse a ALMABER están invitadas a profundizar en el conocimiento del carisma franciscano y el carisma de Santa María Bernarda, para asumir el proyecto de vida laical y su propia misión que destaca tres pilares:
Fraternidad
Es el valor esencial del carisma franciscano, heredado por ALMABER. Emana de la experiencia de la paternidad de Dios, filiación divina y nuestra hermandad en Cristo. Si Dios es nuestro Padre, nosotros somos todos hermanos (as); esta es la dignidad que debe caracterizar la convivencia en las relaciones; en ella se supera toda forma de hipocresía. Es en el hermano y en la hermana que ALMABER encuentra la presencia mística de Cristo. Implica testimoniar el amor, el respeto y la reverencia en la fraternidad laical, con la vida y con toda la creación. Eso debe manifestarse, especialmente, con los más pobres y necesitados. Es en la fraternidad que se crean lazos profundos, donde se vive el perdón y la reconciliación; los pecados y debilidades de los hermanos y hermanas no pueden ser motivos de separación; los hermanos se preocupan por las necesidades unos de otros. Al final, es lo que somos: Hermanos y hermanas.
Minoridad
Está íntimamente ligada a la vida en fraternidad. Es un espíritu alternativo referente al exercício del poder, del liderazgo, de los dones, del servicio… Como hijos de Dios somos hermanos; eso es lo que conforma la dignidad de la persona; nadie es más que nadie, todos son llamados a servir. Se trata del ejercicio del poder en la horizontalidad y no en la verticalidad; las decisiones son compartidas, consensuadas y no impuestas. El ejercicio del liderazgo existe, porque éste siempre será necesario, pero la persona lo hará con humildad y despojo. El líder es el primero que sirve porque “el mayor en el Reino de los Cielos es aquel que sirve” (Mt 20). El ejemplo está en Jesús. San Francisco comprende que, aún la persona más desposeída o limitada tiene algo para contribuir y debe ser escuchado en fidelidad al Espíritu. Para eliminar cualquier forma de abuso em la relación fraterna, Francisco insiste en el servicio y la honra unos para unos y otros. También deben sentirse honrados cuando estuvieren en medio de los pobres. La persona que vive la minoridad deja que Dios actúe en su vida y se torna en su instrumento.
Misericórdia
La palabra misericórdia significa dar el corazón al miserable. La persona misericordiosa abre el corazón a la condición de quien sufre para actuar en el rescate de su vida. La misericórdia es la caridad en obras. La compasión se transforma en gestos y actitudes. Santa María Bernarda dejó la clausura y se lanzó a la misión. Dar atención a la necesidad del pobre es un imperativo ético. Para Francisco, la misericórdia es fuente y fruto de su proceso de conversión; ella define su modo de ser, de actuar y su pedagogía. Es la actitud que caracteriza a Francisco después de su conversión. La misericórdia hecha com los leprosos lleva a Francisco a la experiencia de reconciliación con Dios y con las personas. La conversión implica el servicio pues la persona se torna em instrumento de Dios. La persona misericordiosa es capaz de transformar sus sentimientos y su juicio sobre la realidad por la comprensión de la da Buena del Evangelio.