Obra Pía, mayo 19 de 1916

¡Ave María!
En Jesús amadas hijas:

¡Las dificultades y penas del cotidiano vivir, son escalones que conducen al Reino, siempre que lleven el sello del amor!
Por tanto, queridísimas hijas, recuerden con frecuencia su compromiso de amor, libremente formulado:
-¡Traten de vencer con optimismo las dificultades que se levantan acá y allá!
-¡Sirvan a todos con amor, desde la mañana hasta el atardecer!
-¡Nunca nieguen su respuesta frente a una orden costosa!
-¡Sean valientes cuando las sorprendan con un cambio inesperado!
-¡Sonrían en presencia de un dolor, si saben amar mucho!

Pero, sea su mejor instrumento de penitencia y de amor, su voto de obediencia. Tomen en serio este voto, no sea que se les deba aplicar la sentencia conocida de Santa Teresa de Ávila: “¡Quien, comprometida en una Orden Religiosa, no guarda su voto de obediencia, no sé a qué ha venido!”

Hermanas, ¡ánimo y adelante por el camino del “amor”! ¡No las acobarden las dificultades de una vida que sólo dura una hora!

Las saluda por María, la Madre de Dios, su madre,

María Bernarda del Sagrado Corazón de María

Cartas de Espiritualidad #1