El Milagro de la Canonización
Santa María Bernarda Butler fue elevada a los altares de la santidad por la revelación de un segundo milagro. En este caso, la gracia de la curación a una médica colombiana, la Dr. Myrna Jazime Correa, aquejada de una grave neumonía no común.
La Dr. Myrna fue internada en la Clínica Madre Bernarda el martes, 26 de julio de 2002, diagnosticada con neumonía atípica. Dada la imposibilidad de descubrir la bacteria infecciosa, el tratamiento se tornaba difícil.
Médicos e especialistas informaran a la familia y alertaron para que estuviesen preparados. La paciente presentaba grave daño pulmonar y, en el caso de curación, quedaría con muchas secuelas. Prácticamente no había buenos pronósticos, ni esperanza.
Con mucha fe, Lilian, madre de la Dra. Myrna, fue al Centro de Tratamiento Intensivo (CTI) y colocó, la reliquia de la Beata María Bernarda en la cabeza de la hija. Junto a eso, movilizó la familia para una novena a la Beata María Bernarda. Los familiares se unieron en intensa oración, pidiendo a Dios un milagro. A la oración insistente, llena de confianza y de fe, se unieron otros familiares, amigos, los funcionarios de la Clínica Madre Bernarda y las hermanas.
Al día siguiente se observó una increíble recuperación en el estado de salud de la Dra. Myrna. El edema disminuyó, hubo mejoría en la respiración y reducción del derrame pleural.
Al tercer día siguiente, ella salió de la CTI. Se presentaba un cuadro de mejoría constante hasta el processo de alta. Contra el diagnóstico de los médicos, no hubo secuela en los pulmones. Una curación científicamente inexplicable por el relato de los propios médicos. Uno de ellos, Dr. Angelo Larius, así testimonió: “Como médico, para mí no existen explicaciones científicas en la curación de la Dra. Myrna. Atribuyo la curación de Myrna a la fe que todos colocaran en Dios pidiendo su recuperación, por la intercesión de la Beata María Bernarda y, por qué no decir, ocurrió un milagro”. Para Dios, nada es imposible.
Fuente: Canonización. Exaltación de una vida. Roma. En español, 2008, p. 7.