Eres tú, mujer,
sincilla como una flor,
hermosa como el amor de dios
¡oh santa Bernrda!
Apasionada por el señor,
revestida de su luz admirable…
Con tu obediencia de discípula,
Madre, ayúdanos.
Para que seamos testimonio
de fraternidad, amor y paz.
Haz que con tu vida
luminosa demos al mundo a Dios
y nos entreguemos fieles
al anuncio del Reino de Dios.
Eres tu mujer… Admirable,
admirable es tu vida y digna de Dios.
Estrofa añadida
(Fuiste pobre al lado de los pobres,
por mantener vivo el ideal.
Bienaventurada es tu vida,
de humildad, pobreza y paz.
Admirable es tu vida,
es tu vida admirable, en Dios)