12º Domingo del Tiempo Ordinario

35 Al atardecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos: «Crucemos a la otra orilla del lago.»
36 Despidieron a la gente y lo llevaron en la barca en que estaba. También lo acompañaban otras barcas.
37 De pronto se levantó un gran temporal y las olas se estrellaban contra la barca, que se iba llenando de agua.
38 Mientras tanto Jesús dormía en la popa sobre un cojín. 38 Lo despertaron diciendo: «Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?»
39 El entonces se despertó. Se encaró con el viento y dijo al mar: «Cállate, cálmate.» El viento se apaciguó y siguió una gran calma.
40 Después les dijo: «¿Por qué son tan miedosos? ¿Todavía no tienen fe?»
41 Pero ellos estaban muy asustados por lo ocurrido y se preguntaban unos a otros: «¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?».